Ayotzinapa: La marcha contra la barbarie [1]
Escrito por:
David García Colín, sindicalista y militante de Morena

La saña con la que los normalistas fueron masacrados y secuestrados es un botón de muestra de las atrocidades que todos los días suceden en nuestro país. El caso Tlatlaya en el Estado de México -donde 22 personas fueron acribilladas por el ejército y luego sus cuerpos acomodados para simular un combate- o la persecución y encarcelamiento de dirigentes yaquis -mientras que la minera Cananea que envenenó su sagrado río no es tocada más que con amenazas de multas irrisorias- el encarcelamiento de Mireles -cuyo delito es haberse organizado en armas y no haberse vendido al gobierno- mientras los capos de la droga favorecidos por el gobierno permanecen intocados; expresan el nivel de descomposición, violencia y barbarie que ha generado la crisis del capitalismo en México. Esta crisis es, también, una crisis de las instituciones a todos los niveles. Es muestra del clima de linchamiento que el gobierno de Peña Nieto -y más atrás los gobiernos panistas- ha impulsado contra los maestros y las normales rurales, linchamiento que se materializó en la masacre. Es muestra del nivel de descomposición del PRD cuyas alianzas y candidaturas oportunistas los han hundido tan hondo en el pantano burgués que fueron capaces de postular -al gobierno municipal de iguala- a un narcotraficante y asesino como José Luis Abarca- y a expriístas como Ángel Aguirre gobernador sobre el que ya pesaba la responsabilidad por el asesinato de normalistas desde el 2011.

La indignación se enmarca en el contexto de la lucha estudiantil en el politécnico, que ha marcado una nueva coyuntura, que ha actuado como acicate contra el reflujo social que se había impuesto en nuestro país. No sabemos si el reflujo terminará por romperse con estas manifestaciones pero, lo que sí es seguro, es que muestran el nivel de contradicciones explosivas que se están acumulando bajo la superficie y que amenazan con explotar en cualquier momento. Como ya hemos señalado en otros artículos a esta justa indignación le hace falta una dirección y la unidad necesaria para trascender más allá del repudio. Hace falta la unidad del movimiento para hacer frente a la barbarie, realmente no existe otro camino. AMLO, justamente, afirmó que Peña debe renunciar, pero omitió señalar que la caída del gobierno priísta sólo puede ser producto de la movilización a nivel nacional, la unidad de todo el movimiento, movilización que parece no estar interesado en impulsar, obsesionado por la lucha puramente electoral como los faquires indios por su ombligo. Mientras la unidad en la acción no se dé las contradicciones se seguirán acumulando mientras la barbarie crece. Sin embargo la explosión social será cuestión de tiempo. Como justamente afirmó Pablo Neruda-más allá de su reprobable estalinismo- “Podrán cortar las flores pero nuca podrán evitar la primavera”.
Fecha:
9 de octubre de 2014
Nacional:
- Política [2]