Convocada por el Sindicato Mexicano de Electricistas para el día 30 de octubre del 2009, se realizó esta primera Asamblea Nacional Representativa del Movimiento Estudiantil, en las instalaciones sindicales electricistas de Insurgentes 98, con la asistencia de los delegados de Asambleas Generales, Colectivos y Núcleos de activistas de las Instituciones de Educación siguientes:
El proyecto original de la Universidad Municipal de Ecatepec de Morelos (UNIME) fue creado por la legislatura pasada encabezada por José Luis Gutiérrez Cureño. El día 29 de julio de 2009, el cabildo aprueba el Reglamento Interno de la UNIME, así como se determina asignarle el 0.7 % del presupuesto municipal.
El ataque al SME es un ataque más a la clase trabajadora, pues elimina todos los derechos que se han ganado por las luchas de los trabajadores. El objetivo del gobierno es precisamente desmantelar todo el sector público, esto es eliminar los subsidios a los sectores de la economía que aun pueden estar al alcance de la clase trabajadora; es por esto que tarde o temprano se darán más ataques al sector público, y lo podemos ver reflejado también en el presupuesto federal para el 2010, en el que el aumento de 16% de IVA y el 30% de ISR pondrán una piedra más sobre la situación de pobreza de millones de mexicanos, cargando una vez más estos impuestos sobre las espaldas de la clase trabajadora.
Después del “sabadazo” en que por decreto presidencial desaparecieron a la compañía de Luz y Fuerza del Centro, y con ello 44 mil trabajadores fueron echados a la calle, estudiantes del IPN nos informamos de este ataque por parte del gobierno de FECAL hacia la clase trabajadora. Es claro que lo que el gobierno federal intenta es, por un lado, privatizar la energía eléctrica y, por el otro lado, eliminar todo rastro de un trabajo digno y bien remunerado, terminar de una vez por todas con los derechos de los trabajadores.
En días pasados ocho miembros del grupo de estudiantes denominado Asamblea Estudiantil (AE) recibieron por parte del Secretario del Consejo Divisional de Ciencias Sociales y Humanidades actas de expulsión debido a, según el oficio, agredir físicamente a el Sr. Miguel Ángel Hernández, supervisor de la sección de servicios auxiliares y a otra persona más. En base a esto, el pasado viernes 16 de octubre, dicho Consejo decidió la expulsión de 3 de los 8 estudiantes con acta y la suspensión por un año de 1.
De todos es conocido que el pasado 11 de octubre el “presidente del empleo” decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y dejo en la calle a más de 40 mil trabajadores agrupados en el combativo y democrático Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Con esta medida, es claro que el objetivo de Calderón es privatizar la industria eléctrica (entregándola a manos de capitales privados nacionales y extranjeros) y cargar el costo de la actual crisis en las espaldas de la clase trabajadora.
En la UAM-I se ha venido dando una efervescencia política que ha permitido el interés de la comunidad estudiantil por defender sus derechos y luchar hombro a hombro con los trabajadores. Los estudiantes de la UAM-I hemos tenido luchas constantes desde el trimestre que finalizó. En ese período se realizaron asambleas informativas para explicar a la comunidad cómo las autoridades habían violado el Contrato Colectivo de Trabajo de las cajeras de Cafetería. Este elemento se tornó, después, en la lucha de los estudiantes dado que nos dimos cuenta de todas las modificaciones que se pretendían hacer con la implementación de la nueva credencial. En este sentido, se realizó una consulta donde la mayoría rechazaba la Nueva Credencial y se logró que fuera opcional su uso. Después de un lapso largo de vacaciones reiniciamos clases con una magnifica campaña del 2 de Octubre.
La decisión de Calderón de liquidar Luz y Fuerza del Centro y de esta forma desaparecer el Sindicato Mexicano de Electricistas y más de 40 mil empleos, ha desencadenado el malestar de gran parte de la clase obrera de nuestro país y del mundo entero. Se trata no sólo de un decreto anticonstitucional, sino que es para los trabajadores una declaración de guerra.