La única alternativa es una federación socialista en Oriente Medio
Una vez más hemos podido observar la verdadera cara del capitalismo, la cara de la masacre de inocentes en nombre del “bienestar” esto es lo que vimos en la nueva ofensiva de la burguesía israelí en Gaza.
Israel está retirando sus fuerzas de Gaza después de una tentativa de tregua con Hamás. La retirada, que comenzó el domingo por la tarde, sigue hoy de manera gradual. Israel y Hamás declararon el alto el fuego por separado el domingo. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo el domingo que Israel no pretendía mantener una presencia militar dentro de la Franja de Gaza, ni que su objetivo sea reconquistar el territorio.
En la Conferencia de Annapolis en noviembre de 2007, celebrada a propuesta de George W. Bush, se elaboró un plan que se suponía conseguiría un acuerdo entre Israel y los palestinos. Poco más de un año después el plan de paz está en ruinas. La clase dominante israelí ha concentrado todo su poderío militar en pulverizar Gaza. Una vez más, Oriente Medio está hundido en las llamas de la guerra.
De nuevo la clase dominante israelí ha lanzado una ofensiva militar contra el pueblo palestino en Gaza, provocando una de las mayores masacres de los últimos años. La excusa utilizada por el gobierno sionista para justificar esta matanza es "impedir" que Hamás siga lanzando cohetes contra territorio israelí, pero incluso el periódico norteamericano The New York Times (nada sospecho de ser anti-sionista, más bien lo contrario) reconoce que el lanzamiento de cohetes había descendido "de cientos a 15 o 20 al mes", sin cobrarse ninguna víctima civil.
Cuatro activistas sindicales en Sanandaj, Kurdistán iraní, han sido condenados a ser azotados y encarcelados por defender los derechos de los trabajadores. El 5 de agosto la rama 101ª de la Corte Penal en Sanandaj había condenado a los cuatro a esta forma brutal, bárbara y medieval de castigo, porque habían tomado parte en las celebraciones del 1 de mayo de este año en la ciudad.
El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurion, líder de la Agencia Judía en Palestina, declaró la independencia del Estado de Israel. Poco después, la lucha constante entre las milicias árabes y judías estallaría en una guerra de gran alcance que arrastraría a los vecinos Egipto, Transjordania, Siria, Líbano e Iraq, con más de un millón de personas desplazadas. Aunque las cifras varían, se calcula que más de 700.000 palestinos huyeron o fueron expulsados de sus casas por la naciente Fuerza de Defensa Israelí (FDI) y las milicias judías. Igual de trágico fue la huída o expulsión de sus hogares del mundo árabe de más de 600.000 judíos, muchos fijarían su hogar en el nuevo Estado de Israel.