"Creemos firmemente que si Enrique Peña Nieto pudo ser Presidente de la República, ‘Toñita’ Hinojos con mayor facilidad puede ser Presidenta Municipal de Ciudad Juárez" (elpuntero.com.mx)
En estos últimos años podemos observar los síntomas sociales clásicos de una clase obrera golpeada y mermada a nivel mundial. Esto no es coincidencia, su raíz es una crisis económica global, la burguesía que controla los medios de producción, tiene un único objetivo: exprimir hasta la última gota de sudor de un obrero, con tal de no perder ni un sólo peso, pasando por encima de la condición de un ser humano, aplastando brutalmente sus derechos tanto laborales como humanos, derechos que fueron conseguidos con lucha y sangre hace ya bastantes años.
Hasta antes de que se editara el presente número, ocurrió una brutal masacre en Cd. Juárez, 16 jóvenes fueron asesinados y 14 resultaron heridos el sábado 30 de enero, al ser baleados por un comando armado, mientras se encontraban en una fiesta, Calderón no dudó en presentar este acto de barbarie como un pleito entre delincuentes, cuando en realidad representa la oferta de violencia y muerte que su gobierno representa para la actual generación, síntoma inequívoco de que hay que acabar con el capitalismo antes de que este nos acabe a nosotros.
El pasado 1 de julio se efectuó un violento desalojo de 34 trabajadores por parte de la policía federal y de elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) dentro del hipódromo y galgódromo local en Ciudad Juárez, Chihuahua. Esto bajo el argumento de que en el galgódromo no se pagaba la renta estipulada, por lo tanto, el problema principal fue entre el concesionario José María Guardia y la Federación, dueña del inmueble. Sin embargo, y aunque el galgódromo puede cerrarse y el concesionario lavarse las manos, los trabajadores, que habían emplazado a huelga antes de que el galgódromo fuera ocupado por la policía, habían iniciado una lucha por sus derechos básicos laborales tales como el pago de salarios y prestaciones.
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En estos últimos años podemos observar los síntomas sociales clásicos de una clase obrera golpeada y mermada a nivel mundial. Esto no es coincidencia, su raíz es una crisis económica global, la burguesía que controla los medios de producción, tiene un único objetivo: exprimir hasta la última gota de sudor de un obrero, con tal de no perder ni un sólo peso, pasando por encima de la condición de un ser humano, aplastando brutalmente sus derechos tanto laborales como humanos, derechos que fueron conseguidos con lucha y sangre hace ya bastantes años. 
Hasta antes de que se editara el presente número, ocurrió una brutal masacre en Cd. Juárez, 16 jóvenes fueron asesinados y 14 resultaron heridos el sábado 30 de enero, al ser baleados por un comando armado, mientras se encontraban en una fiesta, Calderón no dudó en presentar este acto de barbarie como un pleito entre delincuentes, cuando en realidad representa la oferta de violencia y muerte que su gobierno representa para la actual generación, síntoma inequívoco de que hay que acabar con el capitalismo antes de que este nos acabe a nosotros.
El pasado 1 de julio se efectuó un violento desalojo de 34 trabajadores por parte de la policía federal y de elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) dentro del hipódromo y galgódromo local en Ciudad Juárez, Chihuahua. Esto bajo el argumento de que en el galgódromo no se pagaba la renta estipulada, por lo tanto, el problema principal fue entre el concesionario José María Guardia y la Federación, dueña del inmueble. Sin embargo, y aunque el galgódromo puede cerrarse y el concesionario lavarse las manos, los trabajadores, que habían emplazado a huelga antes de que el galgódromo fuera ocupado por la policía, habían iniciado una lucha por sus derechos básicos laborales tales como el pago de salarios y prestaciones. 
