El decretazo contra Luz y Fuerza del Centro hecho por el gobierno espurio de Calderón, tiene varios objetivos, el inmediato es el de despedir a miles de trabajadores y así “solucionar” el gran boquete de ingresos que ahora tiene el Estado y que Carstens ha anunciado con bombo y platillo. Lo segundo y también muy importante, es el de continuar la política de privatizaciones, y con ello lo que se espera es un incremento de precios en los servicios de energía eléctrica. A todos los trabajadores nos queda muy claro que no podemos esperar nada bueno de esto, pero debemos remarcar que el ataque no es sólo contra los compañeros del SME, no, el ataque es contra toda la clase trabajadora que tendrá que sufrir estos incrementos de los precios. Sumado a ello, lo que se anuncia es que el resto de grandes sindicatos sufrirán severos ataques, nos referimos a los petroleros, a los mineros, a los maestros, a los trabajadores del IMSS, del ISSSTE, etc. Calderón está definiendo, una vez más y de manera muy clara, la forma en que se hará frente a la crisis económica internacional: ataques y más ataques para los trabajadores.
El ataque al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ha aglutinado al conjunto de trabajadores y organizaciones de izquierda que de por sí ya estaban en lucha contra el gobierno de Calderón e incluso ha sumado a nuevos sectores. La base de los sindicatos independientes y la izquierda del PRD particularmente han expresado su solidaridad y deseos de luchar hombro a hombro con el SME.
11 de noviembre de 2009, un acontecimiento no visto desde hace décadas sacude a la República Mexicana. Es el Paro Nacional convocado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) al que se suman diversos sindicatos, organizaciones políticas, campesinas y estudiantiles de distintos lugares de México. El ataque del gobierno federal ha reanimado lo que ya desde 2006 habíamos visto en la lucha contra el fraude electoral. Miles de personas han salido nuevamente a las calles a demostrarle al espurio Felipe Calderón y su séquito de parásitos que en este país no fueron, no son y no serán bienvenidas nunca sus propuestas antiobreras y de ataques a la clase trabajadora y la juventud...
El paro cívico nacional de este 11 de noviembre convocado por el Sindicato Mexicano de electricistas ha significado un gran paso adelante en las luchas de los trabajadores por construir una fuerza unificada para enfrentar los ataques del gobierno. Constituye la acción más unificada de las organizaciones de los trabajadores, campesinos y jóvenes por una lucha sindical desde los años treinta. Sin duda como dice la consigna “así se construye el movimiento obrero”
El sabadazo ha marcado un nuevo punto de inflexión en la lucha de clases en México. La incursión de Calderón con la policía federal sobre las instalaciones de Luz y fuerza del Centro (LyFC) para liquidar a sus más de 42 mil trabajadores sindicalizados, no puede ser interpretado más que como un puñetazo sobre la mesa de parte de la burguesía exigiendo acción, dada la postergación por ya varios años de las contrarreformas mas añoradas por esta: la privatización plena y total del sector energético (la electricidad y el petróleo), la pulverización de los derechos laborales aún existentes en la Ley Federal de Trabajo (LFT), la privatización de las educación pública, así como una reforma hacendaria —que les dé a los empresarios y banqueros más privilegios de los que ya tienen a costa de recargárselo a las masas desposeídas—, que tase con IVA a medicamentos y alimentos, entre otras.
Seguramente a estas alturas a nadie debe serle desconocida la situación que enfrentan los más de 60 mil agremiados del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y sus respectivas familias ante el decreto presidencial de extinguir su fuente de empleo, la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLF), empresa centenaria que provee electricidad a los estado de México, Hidalgo, Morelos, el Distrito Federal y parte de Puebla.
Histórica, contundente, arrasadora, explosiva, organizada y militante movilización la realizada este 15 de Octubre por miles de trabajadores en defensa de “Luz y Fuerza del Centro” (LyFC) y de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Esta movilización rebasó las expectativas tanto de asistencia como políticas. Las calles del Centro Histórico del Distrito Federal quedaron atiborradas por contingentes de trabajadores, pero además en el resto de la República también se realizaron replicas de esta jornada. Políticamente las cosas fueron más allá de la lucha contra el decreto que desaparece a LyFC, sobre todo explotó la rabia contra el gobierno panista.
El día 11 de octubre, durante la madrugada, la Policía Federal (el ejército en funciones policiales) ocupó todas las instalaciones de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, en esa misma noche se publico en internet la disolución legal de la empresa, unos días antes el gobierno había declarado fuera de la ley al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) al retirarle su personalidad jurídica. Más de 40 mil trabajadores y 25 mil jubilados pasan de la noche a la mañana al desempleo. La medida digna de cualquier dictadura, representa el ataque al centro organizado de la clase obrera de México y constituye un intento desesperado del Estado para mostrar a la burguesía que aún puede seguir gobernando ante una debacle económica y social sin precedentes en la historia del México post-revolucionario.