En el modo de producción capitalista la relación social fundamental y característica es la que existe entre el capital y el trabajo asalariado lo que implica un monopolio por parte de la clase capitalista de la propiedad privada. La lógica de los capitalistas es la maximización de su tasa de ganancias (o de beneficios), por lo que todo cuanto la burguesía decida estará determinado por este razonamiento. La salud, no escapa de esta lógica, ya que lejos de ser un derecho para los grandes empresarios es un negocio.
Un sistema capitalista en decadencia como el mexicano, que no puede ofrecer nada a los trabajadores y a los jóvenes, se esta convirtiendo en un lastre no sólo para nuestro progreso, sino para nuestra existencia misma, prueba de ello es la miseria y violencia extrema a la que nos esta arrastrando. Por supuesto, este sistema aún con lo degenerado que esta no caerá sólo. Si nosotros no luchamos por sustituirlo la barbarie que ya sufren lugares como Ciudad Juárez se convertirá en juego de niños de frente a lo que nos espera
Entonces, se presenta en la escena es una lucha entre dos posibles alternativas; una es la de la gran mayoría de la población, explotados del campo y la ciudad, que representan todo mejor del país; la otra es la del régimen violencia y miseria que representa el capitalismo.
Hasta antes de que se editara el presente número, ocurrió una brutal masacre en Cd. Juárez, 16 jóvenes fueron asesinados y 14 resultaron heridos el sábado 30 de enero, al ser baleados por un comando armado, mientras se encontraban en una fiesta, Calderón no dudó en presentar este acto de barbarie como un pleito entre delincuentes, cuando en realidad representa la oferta de violencia y muerte que su gobierno representa para la actual generación, síntoma inequívoco de que hay que acabar con el capitalismo antes de que este nos acabe a nosotros.
“El Estado es producto y manifestación de la inconciliabilidad de las contradicciones de clase. El Estado surge en el sitio, en el momento y en la medida en que las contradicciones no pueden, objetivamente, conciliarse. Y viceversa: la existencia del Estado demuestra que las contradicciones de clase son inconciliables.” (El Estado y la revolución, Lenin)
"¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de EEUU!" Las famosas palabras de Porfirio Díaz son más verdaderas hoy que en cualquier otro momento de la tempestuosa historia de este país. La crisis del capitalismo mundial ha golpeado duro a México. Y su extrema dependencia de EEUU, que previamente se presentaba como algo beneficioso para la economía mexicana, se ha convertido en un problema colosal.
La política anti obrera del gobierno de Calderón ha traído como resultado una disminución brutal de los niveles de vida de los trabadores y sus familias. Si en un primer momento alguien tenía confianza en que el espurio podía resolver nuestros problemas se equivocó, hoy con el decreto de desaparición de Luz y Fuerza del Centro y por ende la desaparición del Sindicato Mexicano de Electricistas y dejar sin trabajo a más de 40 mil trabajadores quedan muy claras cuales son las intenciones, dejar en la más miserable de las condiciones posibles a los trabajadores de nuestro país y privatizar un sector clave como lo es la electricidad. Necesitamos responder conjunta y organizadamente. Es la hora de la huelga general.
La burguesía mexicana, es como muchas otras gestadas en fases relativamente taridas de desarrollo capitalista mundial, es una combinación de despotismo y despreció para con los trabajadores del país, y sumisión hasta la degradación de frente al poder del capitalismo internacional, con el que ha establecido lazos indisolubles.
En la palabrería oficial del gobierno panista, el paquete económico para el 2010 es una herramienta para combatir la pobreza, para lograr la cobertura universal de la salud, ofrecer una educación pública de calidad, evitar la corrupción funcionarios y asegurar el buen gasto del presupuesto, para lograr empleos dignos y el respeto a los derechos laborales, para lograr la tan ansiada victoria sobre el crimen organizado y entre otras grandes virtudes para logar reforma política que asegure una democracia esplendorosa en el país. Si los trabajadores aceptamos esta propuesta, después del 2010, podríamos decir que México es la materialización del cielo en la tierra. Calderón, en pocas palabras dice que ha encontrado la fórmula correcta para salvar al país de la crisis más severa del capitalismo mundial desde 1929.