El día de ayer, 2 de julio, aproximadamente a las 21:30 se daba oficialmente por ganador de las elecciones para secretario general del SME al ahora reelegido Martín Esparza, sin embargo, las condiciones en las cuales se dio esta victoria son fuente de lecciones para las próximas batallas y una vez más, como habíamos dicho, ejemplifican como el periodo revolucionario con la agravante de la crisis mundial se abren camino en las organizaciones obrera y en el SME.
Hace unos días, los 8 países más ricos del mundo se reunieron para discutir, entre otros temas, el futuro de la crisis económica que azota al mundo entero. En esta reunión se llegó a la única conclusión de que la crisis no se acabaría pronto y que había que seguir estableciendo medidas para poder salir de ella.
El 29 de junio amaneció la cafetería de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa con un regalo de reyes a medio año. Los trabajadores de cafetería la tomaron. La toma fue debido a que la universidad implementó una nueva credencial que servirá como monedero electrónico con la cual los usuarios podrán pagar la comida que consuman. Para ello se necesita equipo especializado el cual fue instalado sin consentimiento de los trabajadores violando el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) pues éste especifica que cuando se hagan cambios relacionados en este caso a los servicios, debe haber una negociación previa entre los trabajadores y las autoridades. Esto no se hizo. Finalmente la cafetería ha sido abierta y las cosas han vuelto a una normalidad relativa. En este artículo expondremos nuestro punto de vista al respecto.
La crisis del capitalismo está orillando a los diversos gobiernos municipales y estatales, comités encargados de los negocios de empresarios y banqueros, a cargar la crisis que la burguesía ha provocado en la espalda de los trabajadores. Esta situación es insoportable para las de por sí malas condiciones de vida a las que estamos destinados y la lucha organizada es nuestra única salida.
Ante la cerrazón de la empresa para no ofrecer más que un aumento de 1% directo al salario a partir de febrero del 2010 y un bono de cinco mil 500 pesos a los más de 9 mil trabajadores de base, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen (SITIAVW) decidió colocar las banderas rojinegras e iniciar la huelga el día de hoy, martes 18 de agosto, a las 11 horas, como su legítimo derecho para exigir un mayor aumento salarial y defender así su poder adquisitivo.
Es pasado 15 de agosto cumplió siete meses la huelga de los compañeros de Olympia de México S.A. de C.V. A lo largo de todo ese tiempo los trabajadores han sostenido un tenaz lucha contra la patronal y sus cómplices de la justicia laboral. Los patrones pensaban que, con el apoyo de los gobiernos de Felipe Calderón y de Peña Nieto del Estado de México, lograrían aislar la lucha y sofocarla a tal grado de que al poco tiempo la huelga fuera derrotada obteniendo los obreros nada o casi nada por haberse atrevido a desafiar a los burgueses. Estos no ha sido así y lo patrones, quienes subestimaron en un inicio a los trabajadores, se han tenido que llevar un duro palmo de nariz.
El Gobierno del Distrito federal ha anunciado que los recortes del gobierno federal implican una disminución de 34 millones de pesos menos al presupuesto, si bien es cierto que el gobierno federal está estrangulado presupuestalmente al Gobierno del Distrito Federal (GDF) este último es responsable por cargar sobre los hombros de los trabajadores de la administración capitalina el peso de la crisis del capitalismo.
El pasado 1 de julio se efectuó un violento desalojo de 34 trabajadores por parte de la policía federal y de elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) dentro del hipódromo y galgódromo local en Ciudad Juárez, Chihuahua. Esto bajo el argumento de que en el galgódromo no se pagaba la renta estipulada, por lo tanto, el problema principal fue entre el concesionario José María Guardia y la Federación, dueña del inmueble. Sin embargo, y aunque el galgódromo puede cerrarse y el concesionario lavarse las manos, los trabajadores, que habían emplazado a huelga antes de que el galgódromo fuera ocupado por la policía, habían iniciado una lucha por sus derechos básicos laborales tales como el pago de salarios y prestaciones.